La principal causa del deterioro ambiental que hoy en día sufre nuestro planeta es el modelo consumista que seguimos. Un consumo que nada tiene que ver con cubrir las necesidades básicas de todo ser humano como puedan ser alimentarse o beber. Este se basa en altas cotas de consumo desmesurado que no tendría gran repercusión de no ser por la cantidad de basura que emite y que impacta negativamente en el medio ambiente.
Debemos mentalizarnos de que si no llevamos a cabo un consumo sustentable, basado en satisfacer las necesidades básicas sin dañar la capacidad del medio ambiente, se agotarán todos los recursos de que disponemos. A la hora de comprar cualquier cosa, debemos preguntarnos si en verdad necesitamos ese producto, y pensar en las consecuencias ambientales de dicha compra. Si por ejemplo es necesario coger el coche en lugar de usar el transporte público; o comprar una lavadora en vez de utilizar un servicio de lavandería; o el simple hecho de tirar un periódico a la basura en vez de reciclarlo como papel, etc.
Basta con echar un vistazo a nuestra basura para comprobar que donde antes predominaban los desechos orgánicos, el vidrio y el cartón, ahora contiene también una gran cantidad de plásticos, latas y todo tipo de chatarras de difícil degradación.
Es por todo esto que es necesario cambiar nuestra mentalidad y pensar de forma responsable por nuestro planeta, por nosotros y por los que vendrán detrás.