«Lo ecológico empieza a ser más habitual en las estanterías del supermercado. Es una suerte. Ahora podemos acceder a más productos que son respetuosos con el medio ambiente con diferencias de precio bastante pequeñas. Desde luego, hay que hacer un pequeño esfuerzo personal por un planeta mejor, pero la sensación de estar colaborando efectivamente en un cambio es un premio bastante «saboreable». Sobre todo, hay que tener en cuenta que el actual modelo de producción termina con las personas. El que no puede engancharse a los bajos precios se pierde por el camino. Nos estamos deshumanizando 🙁
Además, la sociedad está despertando y se está dando cuenta de que su consumo mueve muchos cables y que a través de acciones en él puede incidir en el curso de los acontecimientos, favoreciendo la existencia de un mundo mejor, donde no ganen «los mercados» y pierdan las personas.
Pero, ¿Cómo? ¿Dónde? Aparte de encontrar ya pasillos especializados en productos ecológicos en grandes superficies como Carrefour y bastantes productos diseminados en otras como Alcampo, también puede optar uno por poner su granito de arena ayudando a productores locales y promoviendo la agricultura ecológica. Es el caso de Mercatrémol y La Bastida, en Alicante.
Se trata de asociaciones donde sus miembros pueden adquirir productos que provienen directamente de los huertos, sin intermediarios; y cuya producción se lleva a cabo de forma sostenible. Esto favorece que los agricultores puedan poner el precio que le corresponde al producto y que gracias a alrededor de 20 unidades familiares un productor pueda vivir de esta actividad.
Otro lugar donde pueden adquirirse productos ecológicos en Alicante es Super Sano, un supermercado especializado, ubicado en el centro de la ciudad. Además de frutas y verduras, hay más cosas ecológicas que se pueden adquirir a precios bastante razonables en alguno de los sitios que he mencionado antes:
Cosas para la casa: perchas de bambú (se reforesta más rápidamente), bolsas de basura de plástico reciclado (varios tamaños), jabón lavavajillas, pastillas para el lavavajillas, detergente para la ropa, fregasuelos, gel para limpiar la vitrocerámica, antical para los grifos, producto específico para limpiar el baño, ropa interior (algodón de comercio justo), grapadora de plástico reciclado y diversa papelería ecológica, gel corporal (esto sí que es un poquito caro)
De alimentación: zumos, mermeladas, cereales, galletas, café, té, yogures, quesos, embutidos, pizzas, carnes, pan, leche, frutos secos, chocolate, turrón
Estas son algunas de ellas. Cada día que voy a hacer la compra descubro nuevas. Es fácil que no puedas comprar todo ecológico por diversos motivos, pero puedes empezar aplicándolo sólo a determinados productos, los que te vengan mejor, y poco a poco ir ampliando. ¡El planeta te lo agradecerá!«
Fuente: www.diarioinformación/autora: Helena Vicente